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Murió el P. Orlando Gómez Jaramillo, uno de Nuestros Fundadores

El pasado sábado, 13 de mayo, y a pocos días de cumplir nuestros 20 años de vida institucional, fuimos sorprendidos con la lamentable noticia de la muerte del P. Orlando Gómez Jaramillo, quien al lado de Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, fundó la Católica del Norte entre 1996 y 1997.

El P. Orlando nació en Rionegro (Antioquia) el 25 de enero de 1942. Sacerdote de la Diócesis de Sonsón – Rionegro. Realizó sus estudios de Filosofía en Medellín y los de Teología en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Desempeñó varios cargos en su Diócesis y también en otras jurisdicciones del país. Se inclinó mucho por la educación, la Pastoral, el estudio de otras culturas y sus manifestaciones religiosas. Estos y otros temas tuvo la oportunidad de abordar durante sus estudios realizados en Europa por 4 años.

En la actualidad, el P. Orlando venía asesorando varias Universidades en Colombia, llevando adelante varias iniciativas con respecto a la educación y, junto con el Arzobispo de Barranquilla, Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, venía trabajando en varios proyectos de orden social, entre ellos una Universidad Católica para el Caribe, buscando siempre la manera de aportar a la paz y al desarrollo del país.

Como un homenaje al P. Orlando y su paso fructífero entre nosotros, a continuación compartimos con ustedes un extracto de la historia de la Católica del Norte y cómo en sus inicios su participación fue clave para lograr crear en Colombia una Institución de Educación Superior, pionera en educación virtual, como la que somos hoy.

Texto tomado de: Educación virtual: 10 años de la Fundación Universitaria Católica del Norte. Año 2007. Pág. 17 – 19. – Documento Institucional.

“(…) Decidido ya a dar una inmediata solución al vacío existente en la región en materia de educación superior, Monseñor Jairo pensó que quien mejor podría sacar adelante este proyecto era su pariente y compañero de estudios desde la infancia hasta que recibieron la ordenación sacerdotal, el Presbítero Orlando Gómez Jaramillo, dada su formación y experiencia en este campo. En realidad se trataba de un perfil hecho a la medida de las necesidades del momento. Los estudios de psicología pastoral, historia de las religiones orientales y administración educativa adelantados por el padre Orlando durante su estadía de cuatro años en Europa, le valieron para que el entonces Arzobispo de la Arquidiócesis de Cali y actual Cardenal, Monseñor Pedro Rubiano Sáenz, lo nombrara Director de Pastoral Educativa.

La principal tarea que le asignó el Arzobispo fue diseñar una estrategia para hacer frente a la crisis surgida a raíz de la Constitución de 1991 mediante la cual se establecía en Colombia la libertad de credo y se acababa la educación religiosa en los establecimientos de educación básica y media.

Como respuesta a esta situación, el Padre Orlando fundó un instituto consagrado a formar profesores de religión católica que bajo su dirección impartía todos los sábados una capacitación intensiva a la que asistían docentes en ejercicio provenientes de distintas ciudades del Valle.

La exitosa acogida que tuvieron estos cursos y la demanda por la ampliación en las áreas de formación, lo llevaron a proponer la creación de la Universidad Lumen Gentium como un proyecto educativo de la Arquidiócesis que después del trámite de rigor fue aprobado por el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior ICFES. Antes había trabajado en la Diócesis de Palmira en calidad de miembro del Consejo Directivo de la Extensión que tenía allí la Universidad del Valle. Así mismo había contribuido a crear en Palmira la Extensión de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.

Desempeñaba con todo éxito la rectoría de la Universidad Lumen Gentium, cuando a mediados de 1996 el padre Orlando recibió en Cali la llamada del Obispo de Santa Rosa de Osos quien después de contarle los alcances de la empresa educativa en que estaba empeñado, lo persuadió de que aceptara la dirección de la misma. Sin pensarlo dos veces, asumió gustoso este nuevo reto y para el mes de agosto del mismo año, ya estaba instalado en la Atenas de Antioquia. Al tiempo que recorría toda la Diócesis, acopió la información disponible y la complementó mediante la elaboración de un diagnóstico integral de la realidad regional.

De esta manera avanzaba con paso firme en la obtención de todo cuanto era necesario para armar la propuesta de creación de una institución de educación superior que fue presentada con todas las formalidades al Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES) a finales de dicho año.

El proyecto fue muy bien acogido por los expertos que comisionó ese organismo estatal para estudiarlo en términos de su coherencia, pertinencia y viabilidad. Pero el trámite marchaba muy lentamente no obstante las llamadas telefónicas hechas al Director General del ICFES, Doctor Luis Carlos Muñoz, antioqueño de pura cepa. Finalmente, así transcurrió el resto de año sin que hubiera ningún pronunciamiento oficial.

Recién iniciado el nuevo año, Monseñor Jairo tuvo la feliz idea de invitar al Presidente de la República, Doctor Ernesto Samper Pizano, a visitar a Santa Rosa de Osos, apoyándose en los nexos de amistad con la familia presidencial.

Después de los preparativos de rigor, el Presidente Samper arribó a Santa Rosa acompañado de ocho Ministros, entre ellos el Ministro de Defensa, doctor Gilberto Echeverri Mejía, oriundo de Rionegro, y el Ministro de Educación, doctor Jaime Niño Díez.

En cumplimiento de una de las ceremonias oficiales, el Señor Obispo termina solicitándole al Presidente que le conceda un centro de educación superior al Norte de Antioquia, con sede en Santa Rosa de Osos.

Al final de la ceremonia intervino el presidente de Colombia y al terminar su intervención pidió al Ministro de Educación y al Director del ICFES que si los documentos presentados en la solicitud estaban en regla, procedieran a aprobar la Fundación Universitaria Católica del Norte antes de terminar el mes de abril en curso, poniendo a todos los asistentes como testigos de tal deseo.

Era el 5 de abril de 1997. Sin embargo, llegó el fin del mes de abril y del ICFES solo pedían más datos y correcciones al documento y más viajes del Padre Orlando a Bogotá a explicar y fundamentar el proyecto.

Después de muchos ires y venires, el proyecto llegó hasta la instancia del Consejo Nacional de Educación Superior, CESU, compuesto por 18 integrantes, además del Ministro. Este paso era decisivo y tocaba por tanto hacer el famoso lobby. Fueron muchas las diligencias, las fatigas y aun los sufrimientos, hasta que al final el obispo Jairo y el padre Orlando estuvieron de plácemes, pues el CESU encomendó la ponencia a los dos representantes antioqueños: el Rector del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, doctor Libardo Álvarez Lopera y el Rector de la Escuela Tecnológica de Antioquia, doctor Federico Velásquez Arroyave quienes hicieron una magnífica defensa del proyecto que fue definitiva para que este fuera aprobado por la mayoría de consejeros y pasara con concepto favorable al despacho ministerial.

Fue así como el 20 de mayo de 1997 el Ministro Niño Díez llamó al Obispo de Santa Rosa de Osos a comunicarle que acababa de firmar la resolución que aprobaba la creación de la Fundación Universitaria Católica del Norte. Con esta misma denominación había sido creada la institución por Decreto Diocesano del 6 de septiembre de 1996”.

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