Formación Investigadores
Desde la investigación tradicional e institucionalizada se afirma que la ciencia representa lo que el investigador y su comunidad discursiva llegan a conocer del mundo, de un objeto o un problema de investigación mediante el método científico. En esta visión de la representación científica hay tres implicaturas: la primera que existe un mundo real y objetivo; la segunda que ese mundo se puede conocer a partir de la investigación; y tercero, que aquello que los científicos llegan a conocer es trasladado y representado como lenguaje (Locke, 1997, p.49).
Lo anterior permite plantear que la investigación, independientemente de su disciplina, enfoque y diseño metodológico, está determinada en gran medida por el lenguaje en que se formula. Ciertamente, “El trabajo del científico no está determinado sólo por el paradigma (si pudiera separarse el paradigma del lenguaje) sino por la formulación lingüística del paradigma” (Locke, 1997, p.57).
En el marco de las anteriores reflexiones, la orientación y las temáticas de estos recursos formativos son pertinentes en el contexto universitario, puesto que la redacción de diversas tipologías textuales, la evaluación lingüística y la divulgación de la producción académica e investigativa son esenciales, como parte de la proyección científica de los grupos de investigación y de los estudiantes de maestría y doctorado; además, la formación de investigadores, las actividades de docencia, la indexación de revistas y la gestión de las editoriales universitarias.
La tarea de informar la ciencia; o mejor aún, el acto de escribir para publicar, exige una visión particular del lenguaje de la ciencia, así como la puesta en escena de competencias específicas para procesar, estructurar, organizar y presentar la información de acuerdo con las convenciones estructurales y estilísticas propias del discurso académico e investigativo; también, unas características y usos bibliográficos determinados, además de los aspectos propios de la evaluación textual.