Parroquia San Isidro Labrador, El Aro – Ituango
1932 – 2007
Setenta y cinco años pregonando la Buena Nueva de Jesucristo
Por: Edgar Humberto Echavarría Cataño
Plantado en lo alto y llano de una colina, a una distancia inclinada de la rivera del rio Cauca, en el norte del departamento de Antioquia, se levanta el Aro, corregimiento de Ituango. Un caserío con figura de gruta, habitado por unas cuantas familias en el casco urbano y rodeado de pocas, pero bellas y lejanas veredas que dejan entrever el paisaje del Bajo Cauca.
Desde el 23 de mayo de 1918, los vecinos del caserío del El Aro pidieron al Concejo Municipal de Ituango se erigiera allí un corregimiento, petición que fue atendida mediante el Acuerdo 17 de 20 de junio del mismo año. El paraje se conocía con el nombre de La Aldea y por acuerdo 14 del 30 de junio de 1933 se le cambió el nombre de El Aro por el de Builópolis.
Se considera como fundador del caserío al señor Don Cipriano Estrada y la ordenanza N° 25 del 14 de diciembre de 1959 la creó Inspección Departamental.
Este corregimiento de Ituango, está ubicado en una gran montaña, lo cual permite que sea observado desde el municipio de Valdivia. Para poder llegar al caserío, hay que cruzar la ladera del río Cauca y subir algunas montañas a lomo de mula, por el espacio de seis horas aproximadamente.
El 25 de enero de 1932 el Señor Builes mediante Decreto N° 157, lo elevó a la categoría de parroquia.
El primer libro de bautismos data del año 19299. En esta época, la Parroquia del El Aro, era aún Vice Parroquia de la Parroquia de Santa Rita, el padre Francisco María Areiza, quien firma partidas en dicho libro desde el primero de noviembre de 1927 hasta febrero de 1932.
El primer párroco -aunque el libro primero de bautismos de la Parroquia dice que es cura en encargo- es el padre Roberto Giraldo desde el 19 de marzo de 1932 hasta el 07 de octubre del mismo año, a quien sucedieron durante estos 75 años insignes sacerdotes que han pastoreado con admirable celo apostólico la vida espiritual de sus gentes.
Con 2.500 habitantes, El Aro cuenta con un buen templo, amplio y de linda construcción, magnífica Casa Cural y cementerio a la entrada de la parroquia. Antes de la erección de la parroquia, los vecinos de este lugar se apresuraron a formar una junta encargada de propender por el progreso del corregimiento y gestionar decididamente la creación de la parroquia. Para lograr muy pronto este propósito, obsequiaron tierras para el templo, la Casa Cural, el cementerio, la plaza y hasta donaron una “manga para las bestias” de propiedad de la nueva parroquia.
En la actualidad, pertenece a la Vicaría Foránea de San José, tiene como patrona a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y como titular a San Isidro Labrador.
Recuperado de la revista Renovación N° 310, Año 38 Enero – marzo de 2007.